Estambul, (Hurriyet).- Las revueltas árabes del corriente año han despertado interés en el modelo turco, como ejemplo de cómo un partido de origen islámicoha podido construir una democracia liberal.
La experiencia turca con el partidoJusticia y Desarrollo muestra todo lo contrario.
Cuando el partido llegó al poder, algunos lo vieron como una oportunidad de poner punto final al kemalismo y liberar al país. Sugerían que -enraizada en una oposición islámica- el partido podría ir más allá del kemalismo rígido y crear una verdadera democracia liberal. Algunos agregaron que hasta podría arrojar por la borda las tradiciones kemalistas intolerantes al tiempo que alineaba su política exterior a fin de ingresar a la Unión Europea, dejando de lado los tabúes referidos al tema armenio.
El partido Justicia y Desarrollo no llevó a Turquía más allá del kemalismo.
Por el contrario, destruyó a los kemalistas,mientras perpetuaba los viejos tabúes y actitudes kemalistas y abandonaba sus ideales liberales, tales como la igualdad de género. Por lo tanto, a una década de haber asumido el poder, Turquía se ha vuelto másintolerante.Losviejos kemalistas quedaron afuera para dar lugar a los «nuevos» viejos kemalistas. Estos nuevos viejos kemalistas del partido Justicia y Desarrollo no comparten ninguna de las tendencias pro-occidentales del kemalismo y les sobra intolerancia.
Tememos, por ejemplo, el caso del tema armenio. Cuando el partido Justicia y Desarrollo asumió el poder, algunos sostuvieron que el partido normalizaría las relaciones de Turquía con Armenia y abriría un debate sobre los acontecimientos de 1915 en el imperio otomano.
El partido jugó inicialmente con la idea del acercamiento, en la medida de la participación de los Estados Unidos y de la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, para lograr un acuerdo en 2009 y solo romper su promesa después.
Otra lección ilustrativa de las intenciones del partido Justicia y Desarrollo se ve en la reciente visita de su líder, el primer ministro Recep Tayyip Erdogan a Gars, en la frontera turco-armenia. Allí, Erdogan sostuvo que la estatua construida como símbolo de la amistad turco-armenia, compuesta de dos figuras abstractas, era un circo, por lo que solicitó su remoción. Esto, en cuanto a extirpar los viejos tabúes kemalistas. El partido Justicia y Desarrollo perpetúa esos tabúes, aunque elimine a los kemalistas.
El partido en cuestión tampoco ha abandonado los viejos procedimientos kemalistas en su política exterior. Por el contrario, ha mantenido su postura y hasta fue más allá, hasta a socavar el objetivo histórico de unirse a la Unión Europea.
Inicialmente, el partido se había propuesto ese objetivo, pero ahora parece que se trataba más de una elección táctica tendiente a alejar los miedos acerca de la identidad política del partido Justicia y Desarrollo como islamista.
Cuando Turquía inició sus conversaciones de membresía a la Unión Europea en 2005, y dentro de ese marco apareció la idea de una sociedad liberal, el partido dio marcha atrás.
Pero, lo que es peor es que está avivando sentimientos anti-europeos.
Hace poco, el negociador del partido para el ingreso de Turquía en la Unión
Europea declaró que Europa «corre el riesgo de emular los métodos fascistas de 1930». No debe subestimarse el poder de esta retórica. Según un sondeo reciente de German Marshall Fund, en 2004, el 74% de los turcos apoyaba el ingreso a la Unión y ese porcentaje bajó a 38% en 2010.
Los «nuevos» viejos kemalistas del partido Justicia y Desarrollo son dolorosamente anti-europeos. Tomemos por ejemplo el tema de la igualdad de género. Según datos de «Iris», entidad defensora de los derechos de la mujer, en 1994, las mujeres ocupaban el 15% de los cargos civiles ejecutivos. El porcentaje actual es de 11%. Mientras el 33% de todos los legisladores turcos son mujeres, no hay ni una mujer el puestos jerárquicos en el ministerio de Justicia. Esta cifra contrasta con el gran número de juristas mujeres en las cortes turcas, donde hasta hace poco, los jueces eran designados por sus pares y no por el gobierno.
Cerca de la mitad de los miembros del Consejo de Estado, el tribunal administrativo más importante de Turquía, son mujeres. Una enmienda reciente introducida en la Constitución, le da al partido Justicia y Desarrollo el derecho de designar jueces sin la ayuda de la Corte Suprema, con lo que -efectivamente- se pondrá fin a la independencia judicial y más aún, a los derechos de la mujer.
Por último, consideremos la tradición del partido Justicia y Desarrollo sobre la libertad de expresión. Recientemente, inició una investigación sobre los comentarios de Suheyl Batum, vicepresident del principal partido de la oposición, el partido Republicano del Pueblo, fundado por Mustafá Kemal Ataturk. Al hablar sobre la disminución del rol militar turco en política, Batum dijo que «el ejército es como un tigre de papel».
El partido Justicia y Desarrollo reaccion ó fuertemente, con el intento de iniciar acciones criminales contra Batum por «insultar al ejército». ¡Esta es la prueba definitiva del «nuevo» viejo kemalismo: el partido investiga a un kemalista por criticar a la institución kemalista!
Luego de casi una década en el poder, el partido Justicia y Desarrollo no ha eliminado los tabúes turcos, no se ha acercado a Europa ni ha mejorado las libertades. Por el contrario, haciendo uso de su ilimitado control sobre el ejecutivo, el legislativo y ahora el poder judicial y la prensa, el partido ha eliminado a los kemalistas y ahora pretende dar forma a la sociedad turca a su propia imagen: conservadora y autoritaria. En otras palabras, desaparecieron los viejos kemalistas y ahora ocupan el poder los «nuevos» viejos kemalistas.
Turquía y los países árabes son diferentes en varias cosas y es difícil buscar analogías directas. Sin embargo, si la experiencia de Turquía bajo el mando del partido Justicia y Desarrollo no ha demostrado nada, no hay que esperar que los partidos islamistas construyan sociedades liberales luego de que finalicen las revueltas en el mundo árabe.
Soner Cagaptay
Investigador del Instituto Washington
para Política de Cercano Oriente
Fuente: sardarabad.com.ar